Los sistemas de calefacción aumentan la temperatura interior para mantener el espacio caliente y confortable, especialmente en climas fríos. Algunos métodos comunes de calefacción incluyen radiadores, sistemas de suelo radiante, estufas, calderas y bombas de calor.
Los sistemas de refrigeración disminuyen la temperatura interior para mantener el espacio fresco en climas cálidos. Los aires acondicionados y las bombas de calor en modo de refrigeración son ejemplos de sistemas de refrigeración.
La ventilación es esencial para mantener la calidad del aire interior. Los sistemas de ventilación pueden incluir la extracción de aire viciado y la introducción de aire fresco desde el exterior. Los sistemas de recuperación de calor pueden recuperar el calor del aire extraído para calentar el aire fresco que ingresa, mejorando la eficiencia energética.
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